Cuando se trabaja con estructuras metálicas, la forma de anclar dicha estructura a la cimentación o cualquier otro elemento de hormigón, como puede ser un muro, es mediante una placa de anclaje.
Esta placa tendrá unas dimensiones que nos dará el cálculo estructural, pero en este post no vamos a entrar en el cálculo, sino que lo vamos a enfocar desde el punto de vista del Jefe de Obra.
Por tanto, el Jefe de Obra se debía limitar a pedir a su proveedor la placa tal y como se indique en el Proyecto de Construcción. Pero, estas no siempre vienen totalmente definidas y, por tanto, es el Jefe de Obra quien tiene que realizar el detalle de la placa. Y aquí viene la pregunta: ¿con agujero o sin agujero?
Pues vamos a ver qué puede ocurrir si ponemos una placa sin agujero y cómo se solucionaría realizando un agujero en la placa.
- Placa sin agujero:
Por mucho que vibremos alrededor de esta, puede ser, que se forme una bolsa de aire debajo y que no sepamos que está ahí (no hay forma de verlo visualmente), por tanto, la estructura que apoyemos en placa no estará soportada por la cimentación, sino que lo estará por las garrotas de la placa.
- Placa con agujero:
Con este sistema, gracias al famoso agujero, no existe posibilidad alguna de que se provoque el vacio y así evitaremos que existan bolsas de aire que impidan el correcto funcionamiento de la placa de anclaje.
Conclusión: está en las manos del técnico que esté en obra elegir una u otra, después de esto, vosotros veréis.
