En las estructuras de madera es habitual ver en las vigas unas aberturas, en sentido longitudinal, de varios milímetros de espesor. Estas aberturas son las fendas de secado, una patología que es inevitable en secciones gruesas de madera.
¿Por qué se producen?
Por la contracción transversal que se produce en la madera al disminuir el contenido de humedad desde que se corta hasta que se pone en servicio.
Por ejemplo, en la madera de coníferas es, más o menos del 0.2 % por cada grado de humedad. Así que, teniendo en cuenta que cuando está verde contiene más de un 30 % de humedad y pasa a tener sobre un 10 % en condiciones secas de interior, sufrirá una merma del 4 % de su dimensión transversal. Lo que es lo mismo, en una madera enteriza con una sección de 150 x 150 milímetros, tendrá fendas de al menos unos 6 milímetros de espesor.
¿Son peligrosas?
No, de hecho, la norma DIN 4074 no limita las fendas de secado y dice que no influyen en la capacidad portante de la madera, aunque la UNE-EN 14081 recomienda que se mida según la UNE-EN 1310 que indica:
«si la experiencia y la investigación demuestran que las fendas tienen un efecto significativo en la resistencia de calidades especiales para componentes específicos, deberán limitarse. En caso contrario deberán despreciarse«.
Sobre su influencia en la resistencia de una viga está siendo difícil estudiarlo, ya que no es posible aislar esta patología del resto. Existen estudios, pero con ensayos en un número de piezas muy reducido (al menos que yo conozca).
¿Cómo detectar si es reciente?
El truco es parecido al que describí en su día en el post «Averiguar si una grieta es reciente con un pequeño truco«, se basa en comprobar la limpieza en el interior de la fenda, si es de color claro y está limpia se trata de una fenda reciente, por el contrario, si está oscura y tiene suciedad (como la que se muestra en la imagen) se ha producido anteriormente.